Se engalanó la noche ataviada de matices
y sus ojos resplandecían como el crisol,
pronunciando quedo mi nombre
esculpíamos nuestros labios levemente
queriendo fundirnos en un beso
bendito beso tálamo de nuestro amén.
Y de pronto su boca se abrió,
boca que de amor provoca
boca que a diario reza mil te quieros
boca que sin ella muero.
Mientras él no dejaba de amarme en el silencio
ansiando fundirse a mi grácil talle
yo de deseo me consumía en cada trance,
mientras la ventisca cantaba su sonoro llanto
al ver que de tanto amor mi alma perecía por dentro.
Cuanto sentimiento me provoca el amor por él
cuanta pasión se atora en mi garganta
cuanto amor encarcelado en un sublime beso,
por que el amor que siento por él,
es un huésped de lámpara de luz
es un fósforo que humea por siempre
es polen de abeja el sabor que en mi boca deja
es la virtud perpetua de nuestro gran amor.
Así le amo yo...
amor de un solo hombre hasta la muerte
con esa pasión que incita y que provoca
la sazón que deja un beso en la boca
cuando se une a la par amor norteño
con amor defeño,
así ama la mexicana.
Autora: Ma Gloria Carreón Zapata.
Imagen tomada de Google.
Imagen tomada de Google.
con que sabor y sentmiento muy bello me encantó , besos desde mi brilo del mar amiguita linda
ResponderEliminar