El viento, el sol y las estrellas
testigos son de este impoluto sentimiento
el mar, la noche y la lumbrera,
engalanan nuestro sueño en primavera.
El soplo del cierzo me trae los mil aromas
que inhalo desesperad amente enamorada
mis manos ángel de amor…
no descansan dibujando tus rasgos sobre mi almohada.
Es verano y siento tu cuerpo tórrido a mi lado
el brillo que despide tu mirada confundo con la Luna nueva
me dice la forma en que me estas amando
como yo que te amo con el corazón en la mano.
Próximo está el otoño en visitarnos
trémulo mi cuerpo te desea
igual qué el primer día de nuestra entrega
en que fui pétalo de seda entre tus manos
huyó el invierno de tan sólo contemplarnos.
Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata.
Imagen tomada de Google
muy sentido tu poema me gusto, un saludo
ResponderEliminarUn precioso poema querida amiga.Un placer ingresar al espacio de tus letras.Saludos
ResponderEliminarGracias estimados autores amigos por su visita y sus bellos comentarios. Un cordial saludo desde México.
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