En una tarde de invierno
me entregaste las primicias
de tus besos las delicias
hoy doy gracias al Eterno.
Rememorando aquel día
cuando subiendo la cuesta
me hiciste aquella propuesta
yo de felicidad vestía.
La argolla tú me pusiste
la tuya puse en tu dedo
murmuraste a mi oído quedo
“mi alma de ilusión vestiste”.
Hoy que han pasado los años
fusionada va a mi dedo
arrancarla ya no puedo
aunque hoy somos dos extraños.
Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata.
Imagen tomada de Instagram.
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