Escribiendo mis versos una tarde
la musa se fugó del pensamiento
de saber rima y métrica hice alarde
y no pude escribirle más que al viento
lloré el olvido me sentí cobarde
escribir al amor solo detento
que el cierzo me respire eternamente
y me envuelva en su vuelo tierna mente.
Más no por eso morí en el intento
contemplé de la vida sus colores
persistí y escribí rimas al viento
a la greda y hasta a las mismas flores
libé de su fragancia ese momento
recordando así a los viejos amores
liberando también las emociones
de un corazón que vive de ilusiones.
Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata.
Imagen tomada de Google.
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