Nunca más volverán las aves a insistir
mucho menos pondrán palabras en tus labios
nunca jamás en esta vida volveremos a coincidir
hoy sólo queda el sabor de amargos resabios.
Elucubrando en lo sucedido he comprendido
que el amor cuando es amor verdadero
es con respeto y confianza construido
ni sé oculta y es más fuerte que el acero.
Con paciencia y cariño va tejiendo el nido
anunciando a los cuatro vientos la dicha
aunque el viento huya de tirria despavorido
o festeje del dolor ajeno la desdicha.
Tal vez las aves lancen trinos de reproche en tu andar
de ningún modo de alegría las escucharás cantar
yo en lontananza trataré de tu nombre olvidar
porque tendré prohibido tu apelativo volver a pronunciar.
Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata.
Imagen tomada de Google.
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