(Octavas Reales)
Me miras fijamente y me sonrojo,
en esta, mi alma la dicha florece
de bellas sensaciones un manojo
me entregas, y hasta el alma se estremece,
en tanto yo mis anhelos deshojo
el pétalo de ilusión que enternece
a este, mi corazón enamorado
que por este amor vive ilusionado.
Fieles a la promesa que una tarde
celosamente juramos cumplir,
y victorioso triunfal hace alarde
logró a la tormenta sobrevivir
Dios, en su seno amoroso, lo guarde
la historia de amor vuelve a repetir,
que el cruel destino intentó separar
a un amor que al mal supo derrotar.
Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata.
Imagen tomada de Google.
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