Si amarte es mi destino bendito seas
maleza del camino
densa y verde hiedra
hoy fragante y olorosa
rosa creas
tu amor transformó mi corazón de piedra.
Perdóneme Dios, sin quererlo es pecado
yo simplemente acaté su voluntad
al amarte al órgano
eché candado
nací para adorarte esa es la verdad.
De castigo me enviara al ígneo fuego
feliz iría después de haberte amado
partiría como
obediente borrego.
Y si al amarte Dios, lo ve con agrado
Huehuetéotl apagaría el fuego
ya la piedra ardiente
me ha brindado.
Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata.
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