viernes, 15 de noviembre de 2024

JUSTICIA DIVINA.

 





Gritó el silencio esa mágica tarde

ambos nos miramos sin reconocernos

ahí frente a frente el órgano hizo alarde

que viejos amores pueden ser eternos.

 

El cabello gris decoraba su testa

del mío brotaban también unas canas

reconocí su dulce mirada honesta

que fiel me miraba todas las mañanas.

 

Me abrazó amoroso y su tierna sonrisa

franca moderada, pero aún hermosa

no era el estudiante de blanca camisa

era el abogado de voz misteriosa.

 

Que al oído dijo, - siempre te he amado

a pesar del tiempo y de la cruel distancia

yo te amé en secreto, nunca te he olvidado

eres el gran sueño de mi tierna infancia.

 

Bendito mi Dios, que propició el encuentro

de amores perdidos un día en el camino

¿justicia divina?, propició el reencuentro

de grandes amores que hoy une el destino.

 

Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata.

Imagen tomada de Google.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

SABÍA QUE IBAS A VENIR.

  (Décimas endecasílabas)   Dedicada a Pedro Alvarado de su amigo Ricardo Urbina.   Silbaban los caminos jubilosos el viento n...