Hoy tu voz se ha quebrado al nombrarme,
aquella melodía que danzaba
en mis oídos se detuvo.
Sentí tu voz temblar de melancolía,
tu mirada ya no era la mía.
Sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo,
aquel amor que te tuve
temblaba en mis adentros
tambaleándose de frío
de ausencia comprimida,
un tumulto de dudas
cabalgaban sobre el viento.
La soledad se cobijó de llanto,
en lo que la tristeza
se ataviaba de desaliento.
¿Dónde quedaron los sueños del ayer,
dónde, dónde se refugió la esperanza?.
Quizá un día no muy lejano
mi alma vuelva a sonreír,
tal vez en un espacio de tiempo
mi corazón vuelva a renacer.
Más sin embargo sé
que alguna vez me amaste
con ese amor tan grande
que solo conocen los amantes,
quizá nos amamos,
quizá solo fuimos dos juguetes más
del despiadado destino.
Autora: Ma Gloria Carreón Zapata.
Imagen tomada de Internet.
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