Tal vez en este momento
tú como yo estés pensando en mi,
recordando la tarde en que la vida nos puso frente a frente
me tomaste de la mano y junto a mi deambulaste,
guiando mis pasos hacia la felicidad.
El tiempo inexorable que todo lo arrastra
nos llevó al final por caminos opuestos,
tú, filibustero y loco que siempre soñaste con un régimen mejor
yo, soñadora y romántica en mi lecho de rosas
trataba de guiarte en el arte del amor.
Ni cuenta me daba que la vida cesaba según tú,
y seguí tejiendo sueños sin voltear atrás,
con palabras dulces te llevé a la cima
tratando de conquistar
ese nuestro gran sueño de amor.
Cuando me decías...
vida mía mi alma gemela eres tú,
te quiero, te amo mi niña,
todos mis sueños los complementas tú,
y yo en un lecho de rosas me sentí
ese día en que sin darme cuenta
solo tejías la trampa mortal.
Al paso del tiempo nuestro amor cesaba,
porque todo cansa hasta la felicidad,
se murió el amor,
se muere la vida,
así lo dijiste esa tarde gris
y ahora en las noches de luna sin luz
sola te recuerdo a la orilla del mar azul.
Autora: Ma Gloria Carreón Zapata
Imagen tomada de Internet.
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