Azulada es la esperanza
que se alzó en mi alma,
donde los sueños reposaban
después de larga jornada
despierta esta la conciencia
del que tiene sed de sapiencia
en tanto la paz del que clama
por ella reposa en su pecho
como si fuera guirnalda.
Azul como el bendito cielo
que desprende destellos de luz
sobre cada testa que en plegarias
clama al Eterno,
inclinando sus rodillas
rogando por paz y perdón
viendo cada despertar
la esperanza ataviada de sueños.
Sabio es el Creador,
que desde las entrañas de mi madre
conoce mi interior
las estrellas una a una llama
por su nombre Él,
¿entonces alma por qué
te sientes agobiada?.
Nada hay más allá del suelo
que no permita levantar el vuelo
en sus manos pon tu dilema
recuerda que nada
hay nuevo bajo el sol
nada es imposible
para aquel que te creo
ni los mares, las montañas
guardan nada nuevo para si,
todo pasa en esta vida,
más su promesa, su amor Divino, eso
permanece para siempre
por los siglos de los siglos, amén.
Autora: Ma Gloria Carreón Zapata.
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