Deambula la noche tranquila
tejiendo olvidos y sueños
arrastrando la tristeza
de dos amores eternos.
Navega el agua en su río
pisando grandes extravíos
corre la sal por mi rostro
dejando grandes desvaríos.
Luchar desde la trinchera
lanzando estacas al viento
¡o mi bella quimera de antaño!
quien de ti sabe lo cierto.
Caminamos sin sentido
con la sábula salada en nuestros dedos
cerúleo cielo que testigo
fuiste de nuestros grandes anhelos.
Hoy...
solo gemidos al viento
remembranzas de pasados inciertos
miradas de soslayo
a esos mis viejos recuerdos.
Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata.
Imagen tomada de Google.
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