Buscando en vano
un barco de luz
que no vendrá
susurro su nombre
elevando una plegaria,
esperanza que despierta
de un letargo.
De siglos, de meses,
un recuerdo iluminando
una ilusión, de tenerle
de nuevo frente a frente,
glaciar helado, si, muy frío.
Se hace un nudo mi garganta
al recordarle, entrelazando
remembranzas una a una,
cuando juraba amarme
aún más alla de la muerte.
vació el corazón cuál equipaje
extraiéndo la escencia
que hubo en mí,
para luego confesarme,
que solo pasión, no amor
me prometió, que oscura noche,
que honda.
Es que acaso su amor
fué a plazo corto,
como cheque al portador
con vencimiento.
Y yo le quise...Asi
como se adora a Dios
de rodillas ante el
crucifijo.
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