Cuando en las noches
escucho el eco de las olas,
descalza corro...
avizorando al firmamento.
Las olas bailan
el mar se agìta
y la luna se agiganta, entonces...
danzo al compàz del vaivèn del viento.
Y me pierdo sì, en el castillo
de los sueños,
que construìste
un dìa para mì.
Llorando tu ausencia
por que el castillo fuè de arena
y la ola lo derrumbò
¡silencio! se esfumò por siempre.
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