(SINRAZÓN HUMANA)
Rompe el día y mi reloj con él.
Mi manual compañero me avisa e invita a dejar mi faceta hogareña y tomar de
nuevo la del Mundo. Beso a mi mujer, recíproco beso, y ensalzo a mi hijo motor
de nuestra vida, mataría por ellos. Lavo mi cara con la fresca agua de la
mañana, tomo el primero de los muchos cafés que me esperan, adopto formas y me
obligo a continuar, tiemblo en el portal. ¿Salgo?, un halo invisible me
arrastra afuera y ya soy parte del mundo. Respiro su diario hedor, no hay
marcha atrás. Alcanzo mi automóvil que parece sonreírme, me subo en él.
La radio, mi otra compañera me mira y pide vida, me aturde con su
matinal saludo, intento evadirla.
-Primer beso de la mañana: “MUJER ASESINADA
POR SU” …
¿Su qué?, marido, amigo,
compañero asesino. Siento el frío sudor en mí. Mis cuatro pies de caucho
latentes me llevan al diario destino. Alzo la mirada al muro carcelario,
(oficina).
¿Entro? He de entrar y formar
parte de la rutinaria corriente de autómatas sin sentido del mundo.
-Segundo beso: ¿Has oído la
noticia? ¿Otra mujer?, ¿También sus hijos?, ¿A dónde vamos a llegar? Yo espero
que a mi salvadora y redentora silla… Allí absorto del mundo esperaré la
ansiada evasión del cigarrillo, ¿Lo encenderé?
Hoy sí y llegaré antes a mi final para no ser
una trágica noticia más, otra estadística. Llega el mediodía, ¿refrigerio
merecido?, he de convencerme, llego a la cueva ansiando soledad tengo ansia no
de hambre, de aire.
-Tercer beso: Se suicida un
hombre después de matar. ¿Su qué?, esposa, amiga, compañera. Intento detener el
alimento y no puedo. Siento el sudor una parte del mundo alza la voz y clama.
La otra parte con el refrigerio entre risas y sinrazones descomunalmente
insensibles al grito de horror de quién ya no está con nosotros, razonando
futuro sin futuro.
He de volver. ¿Entro?, he de
entrar y afrontar la maraña de sinrazón que me acucia, sordo y mudo espero la
salida. Llega intento abstraerme de todo y todos, no ser uno más en la diaria
corriente, no puedo me absorbe y reitera su poder hacia mí, me conduce a la
cegadora luz del mundo y su sinrazón, me ciega su ignorancia. Mi automóvil se
calza en mí y me devuelve a la contracorriente, lucho y progreso, la radio me
pide vida, siento el sudor.
-Cuarto beso: Hallado el cadáver
de una mujer y sus dos hijos en: ¿En dónde? ¡El Mundo clama presas! Llego a mi
diario, refugio, donde me espera la vida, el amor, la razón. Me elevo en el
portal y me dejo llevar a él, lo invado y cruzo. Aparece el amor, la vida, la
razón.
-Quinto beso: No mi amor, basta
por hoy, basta por siempre. Vive en mí y yo viviré en ti eternamente. Sé mi luz
y yo seré tu camino. Subimos los interminables y lentos peldaños en busca de
refugio del mundo, de sus diarias corrientes, de su sinrazón. Busco y encuentro
el descanso, duerme mi amor, descansa, quizá mañana rompa el día, quizá.
Dedico estas letras a todas las personas,
mujeres, niños, hombres que fueron enmudecidos, silenciados, acallados por la
sinrazón humana. Sea pues para todos ellos, (as), la lucha interminable, la voz
incombustible de todas las personas que hablamos el mismo idioma, la razón.
Autor: Alfonso Vicente López Saget.
Copyright.
Valencia, España.
Imagen tomada de Google.
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