Pasó el golondrino satisfecho
contento proclamaba un gran encuentro
llevaba el corazón triste y maltrecho
llevaba el corazón triste y maltrecho
su amor del alma lloraba por dentro.
Ven, átame a tus alas vagabundo,
pegame a tu pico fiel peregrino
al amor que profesas yo me hundo
seguiré amado la vida, en mi camino.
No contengas las ansias de quererme
ámame aunque dolor te cueste
aun la savia te azote al poseerme
Me atosigue la muerte por quererte
¿suerte? Muero día a día por verte
del dolor y la soledad, ven a quererme.
Autora: Ma Gloria Carreón Zapata
Imagen del reconocido ilustrador Alan Ayers.
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