Ese mundo ignoto de la ambición
se apodera del inocente e ingenuo
prometiendo riquezas a manos llenas
lo que deja son lágrimas y penas.
Ilusos, ignoran qué la codicia
apetito ansioso, monstruo acumulativo
es lamentablemente insatisfecho,
asalta la tranquilidad, corrompe el alma.
Avidez que te empreñas en destruir al ser
malévolo engendro que con engaños
haces al hombre padecer,
desleal, traidor incitas a la violencia.
Desconoces la decencia,
aniquilas del humano la paciencia
sentencias al terrenal a destruirse a si mismo,
pútrido pecado capital sin vigencia.
Imagen de Google.
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