(Octava Italiana)
En el frescor de la tarde de otoño
anduvimos la brisa, los caminos
perdidos como tristes peregrinos
el campo su verdura es prioridad
sentimientos divinos, el sublime
ocre de la belleza del paisaje
disfruté de las aves, su lenguaje
mostrando el sil tostado la bondad.
Desbordantes las aguas del riachuelo
danzaban onduladas, por la orilla
lograron salpicar la dura arcilla
para que nazca solitaria flor
y de tus ojos luz de mi esperanza,
es chispa de fantástica ilusión
en la realidad de la ficción
la vida nos brindó mágico albor.
Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata.
Fotografía San Adrián Navarra, España.
De nuestra propiedad.
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