(Octava Italiana)
Se deshielan de pronto los recuerdos
apabullantes brotan de mi testa
recostada contigo en la floresta
dejamos huella en nuestro caminar
fueron tiempos de osadas juventudes
sin sentir el cansancio de esa tarde
en mi memoria haciendo gran alarde
leí a los grandes y te hice llorar.
Lagrimas saladas, sentí el placer
leyendo a Garcilaso de la Vega
libamos de la lectura el Omega
las estrofas de Don Luis de Góngora,
todo lo bonito debe terminar
solo queda de lo dulce amargura
en el corazón una honda fisura
engañosa pasión devoradora.
Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata.
Imagen tomada de Google.
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