Entre el verdinegro y escarlatas corolas
los sentimientos comienzan a florecer
disfrutando del campo a todo placer,
ahí tú mi alma con amor crisolas.
Me regocijo en todos tus encantos
de tu carisma y tu dulce corazón
hacendado de mi mundo de toda mi pasión
dueño de mi espíritu y de mis mudos llantos.
Cuidadoso fiel entregado soñador
mi alma empoderada
de melódica risa rimada
el beso de tu boca devora.
Es el amanecer de nuestras amapolas
el que nos conduce al vergel,
donde bebemos cada día el aguamiel
y entre mimos, caricias navegamos sobre verdes olas.
Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata.
Imagen tomada de Google.
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