Un instante eterno perciben mis oídos
gime el silencio de la tarde tenue,
en que por mi mente pasan los recuerdos idos
de aquel nuestro amor solemne.
Hoy en lontananza baila tu recuerdo
de las noches tibias que pasé contigo
y en mi rostro aflora una gota triste
cuando ayer risas melodiosas cantaban.
La poca y triste luz invadió mi vida
un rayo partido con olor a olvido,
nostalgia que mastica amnesias,
dolor que como antesala se sienta
en el dintel del alma.
Qué suerte ver derrumbarse al amor
en lo que el guarda silencio,
recuerdos que inundaron de esperanza el corazón
momentos, bellos momentos,
¡han partido!
Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata
Imagen tomada de Google.
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