Desde la plebeya cumbre
de mis tristezas
voy paladeado los sinsabores
de la nostalgia,
más ayer mi vieja y ajada soledad
retornó del trasnochado pasado.
Con su costal a cuestas
trata de seducir mi idolatría
y de lado se ha colado
un pensamiento traicionero
que va a huella pausada
revelando mi osadía.
Hace campana mi voz
desde el rincón del entendimiento,
crea la luna de su brillo
un extenso panorama
y de las voces del ayer
canta en sollozos el recuerdo.
Cuando de sus besos brujos
paladeaba el sabor de mis deseos
ahora canta la risa
a la sombra del ayer,
ni veinte estrellas dormidas
ni un ruiseñor aleteando
solo la brisa cantando
a aquél flechazo anestesiado,
amor que duele hasta el alma.
Desgarra mi cuerpo desnudo,
más no destruyas mis quimeras,
arrogante, cuanto intelecto en tu cerebro
y cuanta pobreza en tu conciencia.
Autora: Ma Gloria Carreón Zapata.
Imagen tomada de Google.
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