¿Alguna vez le han declarado, que prefieren morir antes de olvidarle, le han amado anteriormente con la misma intensidad que yo lo hago? por que sigo sosteniendo después de tantos años en que juntos vimos desfilar tantos veranos, al igual como tantas primaveras que florecieron en nuestro lecho, dando paso al nacimiento de nuestros retoños, le amo con cada fibra de mi ser; aunque he muerto mil veces de tristeza y el deseo de estar a su lado me resucita cada vez que en usted pienso. Es entonces que arrullo mis sueños para que no mueran de dolor junto conmigo, lo imagino durmiendo a mi lado sobre un lecho de pétalos de rosas y sintiendo la tibieza de su talle, que es mi refugio; como cuando hundía mi rostro sobre su cuello para quedarme dormida, en lo que me aferraba a su cuerpo desnudo, para poder conciliar el sueño.
Hoy que la vida me muestra nuevos tiempo de quererle, que con madurez pretendo seguir alimentando nuestro sentimiento, le confieso ...-que en el mundo no existe amor tan grande como el que yo le profeso; si es de noche usted esta en mis sueños, si de día en su imagen medita mi alma. Aunque la vida me ha presentado retos, ofreciéndome fortunas, las hago a un lado y sigo necia detrás de su amor, que más vale, por que de el bebo cada día el néctar de la felicidad, esa que a diario necesito para seguir afrontando esta separación transitoria, que estrangula poco a poco mi ánima. Pero en el puño de mi mano guardo la esperanza de pronto estar a su lado para seguir de nuevo deleitándome de su dulce mirada, de su risa que junto a la mía forman la armonía de dos almas gemelas.
Autora: Ma Gloria Carreón Zapata.
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