miércoles, 13 de julio de 2011 a las 10:14
Emisora de débil inocencia
transformando el corazón de dicha
cada ves que su rostro emergía
arrullándolos entre sus brazos
con esa luz mágica de mirada inquisidora.
Luz de cristal de tono azul cerúleo
cubriendo los hombros de su amada con sus brazos
como el respirar del aire puro cuando
oxigenaba sus más grandes sueños
bajo el hechizo de la luna que les columpiaba.
Retornó del pasado con dalias nuevas en su mano
calzando las sandalias color del triunfo
cobijada con la luz de la embelesante luna
de una vida de ocio dormida bajo el silencio
y entonces dichosa la lágrima asomaba.
De pronto ha tocado el alma con su melodioso y noble acento,
incitándole a las garatusas recorriendo de la mano el verde de la vida
cuando el viento en su vaivén les devolvió a sus pasos
sueños perdidos de un triste pasado casi olvidado.
Y entonces derramó el cántaro de barro
endulzando sus bocas bebiéndola a besos
envolviéndola en suaves mimos
sellaron para siempre su magnifico
maravilloso y gran encuentro.
Bajo el mágico hechizo de la luz de luna
que melodiosamente los arrullaba,
así sellaron su gran encuentro
dos almas que creyeron fenecían sus vidas,
cuando de pronto vieron renacer nuevamente sus sueños.
Autoría: Ma Gloria Carreón Zapata
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