jueves, 23 de diciembre de 2021

MENSAJE DE AMOR

 






 

La natividad ya está a la puerta

el niño Dios, trae su buen mensaje

con claro y sencillo lenguaje

nos hace saber su buena oferta.

 

Vida eterna únicamente nos ofrece

allá donde todo es paz y alegría

allá donde el amor es de gran valía

donde cada día la vida resplandece.

 

De manantiales brota agua viva a borbollones,

 no existe la muerte furibunda,

que de temor el alma del mortal inunda

arrancándole la fe en dolorosos jirones.

 

Allá todo es gozo, suprema felicidad

no existe para nada el terrible mal,

en el paraíso la vida es inmortal

todos los días es para las almas navidad.

 

Jesús pagó con su vida alto precio

nos liberó de una muerte segura

hoy por eso a la humanidad augura

vida eterna a su lado en aprecio.

 

Feliz Nochebuena a todo mortal

florezca la esperanza en sus corazones

que la fe sea como el canto de gorriones

salud, paz y amor para toda la humanidad.

 


Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata.

Imagen tomada de Google.

 

 

lunes, 13 de diciembre de 2021

A DON VICENTE FERNANDEZ.

 



(Homenaje Póstumo)

 

El rancho, los tres potrillos

de pesadumbre, se viste

lloran hasta los torillos

por la noticia tan triste.

 

Todo México de luto

al ídolo mexicano,

su gente rinde tributo

por ser un célebre humano.

 

Fue bondadoso y sencillo

que con “hermoso cariño”

se echó su pueblo al bolsillo,

tenía alegría de niño.

 

Ahora va camino al cielo

hacia el ídolo inmortal,

Pedro, y cantarán a capelo

la letrilla “el madrigal”.

 

Se ha secado el arroyito

la inmensa luna plateada

le ha dedicado un rayito,

más por su canto guiada.

 

Llorando están su partida

sus fans, entre ellas Rosalba

se encuentra muy abatida

desde la noche hasta el alba.

 

Porque “a pesar de todo”

corazón y pensamiento

ella le canta a su modo

“volver volver”, cada momento.





 

Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata.

Para una de sus máximas fans.

Rosalba Carreón.

Imagen tomada de Google.

miércoles, 8 de diciembre de 2021

ENCISO LA RIOJA ESPAÑA

 



 

En el barranco perdido

de Enciso la Rioja España

vivimos la gran hazaña

recuerdo que nunca olvido.

Disfrutamos lo vivido

buscando fuimos vestigios

de dinosaurios prodigios

que ya han desaparecido.

¿O dónde se habrán metido?

aquí no valen litigios.

 

Yo gozaba del paisaje

de tus besos de tu amor

del panorama el verdor

cuánto disfruté del viaje.

Del crepúsculo el celaje

de tu boca su dulzor

de aquel bello mirador

dinosaurios y doblaje.

Solo recuerdos me traje

 del Enciso su esplendor.

 

Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata.

Fotografías de Enciso, la Rioja España.(2019)

 

martes, 7 de diciembre de 2021

ENGAÑOSA PASIÓN DEVORADORA.

 





(Octava Italiana)

 

Se deshielan de pronto los recuerdos

apabullantes brotan de mi testa

recostada contigo en la floresta

dejamos huella en nuestro caminar

fueron tiempos de osadas juventudes

sin sentir el cansancio de esa tarde

en mi memoria haciendo gran alarde

leí a los grandes y te hice llorar.

 

Lagrimas saladas, sentí el placer

leyendo a Garcilaso de la Vega

libamos de la lectura el Omega

las estrofas de Don Luis de Góngora,

todo lo bonito debe terminar

solo queda de lo dulce amargura

en el corazón una honda fisura

engañosa pasión devoradora.



Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata.

Imagen tomada de Google.

DESBORDANTE ILUSIÓN

 




(Octava Italiana)

 

En el frescor de la tarde de otoño

anduvimos la brisa, los caminos

perdidos como tristes peregrinos

el campo su verdura es prioridad

sentimientos divinos, el sublime

ocre de la belleza del paisaje

disfruté de las aves, su lenguaje

mostrando el sil tostado la bondad.

 

Desbordantes las aguas del riachuelo

danzaban onduladas, por la orilla

lograron salpicar la dura arcilla

para que nazca solitaria flor

y de tus ojos luz de mi esperanza,

es chispa de fantástica ilusión

en la realidad de la ficción

la vida nos brindó mágico albor.

 

 

Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata.

Fotografía San Adrián Navarra, España.

De nuestra propiedad.

 

viernes, 3 de diciembre de 2021

CAUTIVA ENAMORADA.

 



 

Esos tus áureos sueños

bajo cándidos y grisáceos cielos

son testigos de mil y un señuelos,

 y de nuestros anhelos hogareños.

 

En medio del pletórico Río Ebro

navegan sin cesar a toda marcha

sobre el pómulo rosado de la escarcha,

quien dichoso musita suave requiebro.

 

Encapotada tarde de encanto,

de dulce y susurrante melodía

enamorado mi nombre y apellido invocaría

en poético, irresistible, rimado canto.

 

Yo cautiva, enamorada te contemplo

viendo brotar la luz de la esperanza

que la impoluta ilusión a mis brazos lanza,

prometiendo hacer de nuestro amor suntuoso templo.


 

Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata.

Imagen tomada de Google.


PUERTA DE ALCALÁ.

 





 

Tarde de lúcido verano

bajo la esencia de las flores

nos brindó un destello diáfano

víspera de inmortales albores.

 

En la majestuosa puerta de Alcalá

nos juramos amor eterno

¡recorrido de esplendida gala!,

apacible, sempiterno.

 

Gran símbolo madrileño

donde dejamos la huella

yo mi corazón norteño

sobre la rotonda aquella.

 

Ahí con un dulce beso

sellamos nuestro compromiso

amor que en el corazón llevamos impreso

y en nuestras almas el momento preciso.



 

Autora: Ma Gloria Carreón Zapata.

Fotografías de nuestra propiedad.

La Puerta de Alcalá, Madrid España 2019.

jueves, 2 de diciembre de 2021

EL INTRUSO

 








Comenzaba el otoño, pero aún se sentía algo intenso el calor. Fue entonces que Eloide decidió dormir con la ventana abierta, al fin dormía en el segundo piso y no había peligro de que alguien intentara meterse.

--¡No es posible que esto me esté sucediendo a mí! --, lamentó adormecida al advertir que algo se encontraba pegado a su espalda, no quería ni moverse, sentía su tibieza a la vez que escuchaba un tenue ronroneo.

Serían acaso las tres de la madrugada y totalmente a oscuras, aterrorizada, con la respiración agitada se dio la media vuelta poco a poco sobre la cama palpando con su mano, tocó algo suave y peludo.  Sin pensarlo dos veces tomó al intruso de los pelos, entonces el animal lanzó un lastimoso maullido cuando lo aventó lejos de su presencia.

Apenas cayó y de un salto estaba nuevamente sobre ella, mientras se encontraba paralizada del temor que en ese instante experimentaba. Volteó el rostro hacia otro lado frotándose los ojos, creyendo que se trataba de una pesadilla, pero, era tan real como la luna llena que se dejaba ver sobre la delgada cortina.

 Nuevamente se armó de valor para enfrentarlo, tenía que sacarlo a como diera lugar. Al voltear a verla y con la luz de la luna pudo distinguir dos llamas encendidas como brazas en lugar de ojos, pensó que era debido a la oscuridad de la habitación, pero al encender la luz, comprobó que era real. Fue entonces que el terror se apoderó de ella, sintió erizársele la piel y quiso salir huyendo de la habitación, pero le fue imposible moverse debido al pánico que se había apoderado e ella. El rabioso y astuto gato la miraba desde aproximadamente dos metros de distancia fijamente en posición de ataque. Como esperando que se acercara de nuevo para embestirla furioso. Un débil rayo de luna se coló por el dintel de la ventana, y al dirigirse hacia el micifuz, escuchó como pegó un largo maullido y sagazmente se lanzó sobre ella arrancándole parte de su mejilla, para luego huir encrespado lanzándose por la ventana perdiéndose entre la tenebrosidad de la noche. En tanto ella caía al suelo adolorida y presa de una profunda depresión nerviosa por la fuerte impresión.

Al salir del shok en que se encontraba, apoyándose en el suelo con su mano izquierda y con la otra llena de sangre cubriendo la parte del rostro adolorida. Se levantó para dirigirse hacia el espejo y darse cuenta de la enorme herida que el animal le había causado. De inmediato marcó por celular a Elliot, quien era su amigo de muchos años para contarle lo sucedido.

--¡Elliot por favor ven lo más pronto posible, es urgente, un gato me atacó! --

 El joven médico llegó media hora después, para revisar la herida que por arte de magia había desaparecido.



Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata.

Imagen tomada de Google.

¡NO PERMITAS!

 




No permitas que ningún hombre te esclavice por el solo hecho de brindarte sustento y cobija. La libertad es un derecho inalienable.

No admitas que ningún hombre te amenace con quitarte lo más preciado que posee una mujer, que son los hijos.

Muchas de las veces son el arma que utilizan para someternos y retenernos a su lado, hasta que a ellos les place.

No dejes que ningún hombre te humille por el solo hecho de ser mujer y creerte débil.

¡No lo eres!...

La mujer para Dios es semejante a una joya preciosa de valor incalculable.

No toleres que nadie, absolutamente nadie, te baje la autoestima, demuéstrale que vales mucho solo por ser mujer.

Nunca permitas un primer golpe físico, de ahí seguirán muchos más, aunque se arrodille prometiéndote que no volverá a suceder.

No trunques tus sueños solo por complacer a un hombre que no te valora, cuando lo has dado todo de ti, y has sido sumisa y abnegada.

La mujer de Dios, va más allá de la sumisión tiene además diligencia, prudencia, resolución, sabiduría y valor.

¡Sigue adelante prepárate, valórate, no pierdas tu dignidad de mujer!

No somos robots, tenemos sentimientos e iniciativa propia, aparte de recatadas y sabias, somos dignas de respeto, y de exigirlo como un derecho nuestro.

El hombre egoísta no permite que la mujer se supere para poder tenerla sometida a su antojo.

Porque al final los hijos volaran a formar sus propios nidos y tú, te quedarás sola, es la ley de la vida.

Todo ser humano tiene derecho a buscar su felicidad y si la encuentras corre tras ella, no permitas que nadie, te arrebate el sueño de ser feliz.

Que no te importe lo que la gente diga, se tu misma, corre, juega, estudia, trabaja, has lo que te plazca, sin perder la humildad.

¡Vive, sé tú misma! 



Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata.

Imagen tomada de Google.

PREDICCIÓN

 


 

Porque, sin buscarte te ando encontrando por todos lados,

principalmente cuando cierro mis ojos.

Julio Cortázar.

 

Adversos años huraños en que dejé de pensar en ti,

 hoy apareces con un verso en la solapa

estrofa enamorada que es sólo para mí,

¿no habíamos destruido del amor el mapa?

 

¿No acaso intentamos borrar la indeleble huella

que marcó nuestro trillado camino?

Más fuiste siguiendo la refulgente estrella

hasta encontrar nuestro eterno destino.

 

Se cumplió la predicción de la vieja gitana

hoy se unen las antiguas sendas

y en medio tú y yo y la dicha soberana

brindando al amor dulces ofrendas.

 

Queriendo echarte al olvido fracasé

y con un verso has tenido la fortuna

¿acaso fui yo quien mis sueños te evoqué?

Hoy sólo sé qué tu amada presencia me es oportuna.



Autora: Ma. Gloria Carreón zapata.

Imagen tomada de Google.

 

 

 

 

LA MOREÑA

 





Hartos del smog y bullicio del calcinante concreto y pavimento de la gran ciudad, además de levantarnos casi de madrugada para trasladarnos a nuestros respectivos trabajos y poder llegar a tiempo, Vicente y yo decidimos tomar unas merecidas vacaciones, elegimos pasar unos días en el rancho donde vivió la tía Licha que en paz descanse. Y aunque ella lamentablemente ya no está afortunadamente mis amados primos seguían viviendo en el campo, de antemano sabíamos que se regocijarían con nuestra visita. Nuestra tía, hermana mayor de mi padre nunca quiso radicar en la ciudad a pesar de que tenía a toda su familia allá, había hecho muy buen matrimonio el tío Felipe había amado y admiraba tanto su natural y sencillez belleza. Un matrimonio ejemplar y muy felices, así fue como formaron la familia perfecta.

 Ella disfrutaba de la tranquilidad del campo, y a pesar de que era ciudadana americana vivió feliz en México, amaba sus costumbres, tradiciones y gustaba de su folclore, atendía a su familia, su huerto, el ganado, y la majada, así como la siembra. Tía Licha, como le decíamos de cariño toda la familia, era una gran mujer con mayúsculas, rubia, de larga y abundante melena, sencilla y de nobles valores, de ojos azules, de una belleza exquisita y distinguida, tierna y cariñosa, siempre sonriente, muy querida por todos sus sobrinos. Aunque la dejaba de ver por largos años, nunca la olvidé, tan parecida a mi señor padre, y no sólo en el físico sino también en sentimientos. Supieron valorar lo que en verdad importa en esta vida.

El rancho la Moreña, está lejos enclavado en la sierra, a unas diez horas del lugar en el que residíamos. Algo muy dentro de mi reclamaba mi presencia en el campo, tal vez lo anhelaba porque fue el gran sueño de mi padre quien nunca dejó de hablarme maravillas de su amado terruño. Y mientras seguíamos circulando a gran velocidad por la carretera de asfalto de sólo dos carriles, recordé que él siempre soñó con regresar a su lugar de origen, a Cerros Blancos, lugar del mismo Estado donde nací, lamentablemente falleció antes de realizar su anhelo.

El verde paisaje invitaba a la relajación, disfrutar de sus bellos atardeceres del aire fresco, el dulce aroma de las flores y sobre todo montar a caballo y galopar por el inmenso potrero, ¡era lo máximo!

No sentí el viaje tan pesado porque afortunadamente llevaba el libro, Azteca, del famoso autor norteamericano Gary Jennings, faltaba poco para terminarlo, así que leía en voz alta para que Vicente, quien tanto disfrutaba de mis lecturas e iba gozoso manejando y escuchando atentamente la historia de mi novela. De esa manera lo terminé de leer antes de llegar, y aunque de vez en cuando volteaba a ver el lejano horizonte perdiéndome en su profunda lejanía recordando los bellos mitos, leyendas y refranes narrados por mi amado abuelo paterno, Severo Carreón Luna, quien desde muy pequeña infundió en mí el gusto por la lectura.

Vi como el sol se perdía en la lejanía, así mismo como se evaporan los sueños del mortal en esta vida, me invadió por un momento la melancolía al recordar a mis seres queridos ya idos. En eso, vi que Vicente algo desorientado por la expresión de mi rostro melancólico volteó a verme diciendo.

--Casi llegamos—

En tanto a lo lejos divisaba el argentado estanque que se asemejaba a una inmensa laguna, ya se escuchaba el mugido de las vacas, el trinar de las aves, el balar de las cabras ya se aspiraba el bucólico aroma de la región. De pronto, mis ojos se detuvieron admirados a contemplar las extrañas ramas y raíces de un vetusto amate que se encontraba en medio de varios árboles de pirulí igual de viejos.

Repentinamente llegaba a nuestros sentidos el aroma de las comidas caseras, sanas y sabrosas guisadas en cazuela sobre la humeante leña de mezquite. Al llegar a nuestro destino mis primos no cabían del gusto los habíamos tomado por sorpresa, y a pesar de que teníamos algunos años sin vernos me habían reconocido. En medio de la algarabía pude darme cuenta de que, quien bien siembra bien cosecha, mis tíos habían sembrado la semilla del amor y el respeto en sus hijos y ahora ellos vivían felices en paz y armonía. Esa noche no dormimos, recordando los bellos momentos de nuestra tierna infancia cuando mi querida tía los llevaban a visitar a la familia.

Cuanto disfrutamos nuestra visita en ese paraíso campirano, sobretodo de su exquisita gastronomía, probar nuevamente los deliciosos quesos de cabra, garambullos, las gorditas de panadero, las tortillas hechas a mano, el pinole, las chochas de palma, los quesos y atole de mezquite, paladear la exquisita agua miel de maguey, el quiote, los nopales y las deliciosas tunas. Y lo más bello, escuchar la agradable y armoniosa risa de los niños, y verlos correr por doquier libres y felices me hizo recordar mi lejana infancia.

 Ver la parcela, el desmonte, que, aunque no se trataba de un bosque por sus áridas tierras, el paisaje era único, sobretodo la calidad de vida que el campo les brindaba. A lo lejos se divisaba la Sierra Madre y en la falda del cerro los animales pastando, gente que venía de la caza de liebres o conejos. Aunque el trabajo era duro los lugareños eran amables viviendo en armonía, se les veía tan contentos, todo lo contrario, a los habitantes de la ciudad que viven en constante temor debido a la inseguridad.

 

Así pasamos los días disfrutando de la familia, hasta que llegó la fecha de partir prometiendo volver algún día. Que tristes nos sentimos, nos hubiera gustado quedarnos para siempre en ese hermoso lugar, pero teníamos que volver a nuestra triste realidad, a respirar el aire contaminado de la gran urbe de cemento, y a alimentarnos nuevamente de las carnes congeladas por meses, así como de los vegetales regados por peligrosos insecticidas.

 

 

 

Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata.

Fotografía: Tomada de la Comunidad

Tapona Moreña Nuevo León.

 

miércoles, 1 de diciembre de 2021

CIELO, LUNA Y NUESTRO AMOR.

 





(Rima Jotabé)

 

Es otoño y mi alma siente florecer

y contigo es bello ver el día aparecer.

 

Los arboles copados de aves cantarinas

yo a tu lado enamorada mientras caminas

en tanto tú deporte y amor combinas

al vernos pasar danzan aves saltarinas.

 

El cielo azul luminoso claro se torna

la luna cómplice de dicha se trastorna.

 

Y disfrutamos tanto este bello acontecer

luna cielo y nuestro amor cosas divinas

el río Ebro también nuestros días adorna.

 

 

Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata.

Imagen San Adrián Navarra, España.

 

BAJO UNA NOCHE DE LUNA


 


La sábula acariciaba nuestros pies

del cálido verano fue fin de mes.

 

Aún recuerdo aquel tibio atardecer

nos amamos hasta ver amanecer

vimos el alba de otro día nacer

en el verdadero amor volví a creer.

 

Luna llena nos brindaba su hermosura

¡Oh! Cristalera luminosa criatura.

 

Tú con ese bello porte de burgués

con tus besos me lograste enloquecer

me perdí en tan encantadora aventura.

 

Autora: Ma. Gloria Carreón zapata.

Imagen tomada de Google.

LA CAMPIÑA

 


 

(Rima Jotabé)

 

Al ver caer la tarde con mis ojos de niña

de pronto me vi recorriendo la gran campiña.

 

Vacas, cabras, y toros pastando por doquier

cuanto mi alma disfruta del bello acontecer

ver árboles frutales, todo reverdecer

cansada del ígneo asfalto y desfallecer.

 

De lejos los toros reverenciaban la vida

que de amarillo otoño se presenta vestida.

 

Uno ve el verde campo y de pronto se encariña

no HAY más que al afable Creador agradecer

confiar en la señal de su próxima venida.

 

Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata.

Fotografía: San Adrián Navarra, España.

 


: AMOR A MI MEDIDA.

 

:





 

Tu sonrisa trasmite paz

me brinda la enorme dicha

de espantar la cruel desdicha

del mal sentimiento falaz.

 

Regodea mi alma al verte

porque trasmites bienestar

y más cuando te escucho hablar

entonces deseo tenerte.

 

Sonrisa de felicidad

es la que brinda tu boca

y cuando mi amén invoca

descubro que eres mi mitad.

 

Porque tu risa la mía

es como un dulce canto

que aleja del alma el llanto

devolviendo la alegría.



Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata.

Imagen tomada de Google.

 

 

 

DULCE SUEÑO CONVERTIDO EN REALIDAD.

 






 

Lo vi, nos vimos en el chat frente a frente

su mirada de inmediato me flechó

de una ojeada en la mía se columpió,

fue de nuestro amor la bendita fuente.

 

Más cuando su boca me nombró

el corazón latió fuertemente

bendito sino se presentaba sonriente

el sentimiento entrambos afloró.

 

Amor platónico que a nuestras vidas llegó

dulce sueño convertido en realidad,

uniendo de nuestras almas la mitad

¡eureka!, la enorme distancia venció.

 

No existe amor platónico, no existe,

si el amor es totalmente sincero

basado en la suprema virtud por entero

y si Él, desde lo alto nos asiste.

 

Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata.

Imagen tomada de Google.

AUREOLA DE ROCÍO


 



¿A dónde irán las aves que se alejan del nido?,

dejan tibio el hogar y polluelos tiritando de frío

empapando de lágrimas su suave plumerío,

¿quién por otros cielos su amor habrá acogido?

 

¿A dónde van los sueños cuando han fenecido

acaso están guindando aún de la ilusión,

qué corazón sensible no siente el aguijón

de ver llorar la tarde al ver que el sol se ha ido?

 

¿A dónde, a dónde irá el amor que se aleja de pronto?,

truncando los anhelos de quien le ama con pasión,

como novela de ficción o parte de un gran guion

escrito con amor por un tonto corazón.

 

¿Acaso en mis manos he retenido el agua del río,

el vahó del invierno que como viene se va?

tal como la humareda que sobre el cerúleo se eleva,

así mismo es el amor, es aureola de rocío.

 

Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata.

Imagen tomada de Google.

 

Entre Escarlatas Corolas


 






Entre el verdinegro y escarlatas corolas

los sentimientos comienzan a florecer

disfrutando del campo a todo placer,

ahí tú mi alma con amor crisolas.

 

Me regocijo en todos tus encantos

de tu carisma y tu dulce corazón

hacendado de mi mundo de toda mi pasión

dueño de mi espíritu y de mis mudos llantos.

 

Cuidadoso fiel entregado soñador

mi alma empoderada

de melódica risa rimada

el beso de tu boca devora.

 

Es el amanecer de nuestras amapolas

el que nos conduce al vergel,

donde bebemos cada día el aguamiel

y entre mimos, caricias navegamos sobre verdes olas.


Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata.

Imagen tomada de Google.

Noches de Sueños y Entrega.

 


 

Fue una noche de placer y encantos

cuando en tus brazos soñé dichosa

realidades de mutua entrega amorosa

ofrenda que con ilusión amamantamos.

 

El murmullo del silencio abrazaba

al presuroso viento que paseaba errante

disfrutando igual de nuestro instante

bajo la luna llena que fiel titilaba.

 

Fue cuando unimos nuestra fiel esencia

fusionando nuestros ávidos cuerpos,

fueron muchos tibios amaneceres

exquisitas y dulzonas mieles, ¡que suculencia!

 

Noche de nuestros quereres rojos

auroras de albos y mágicos ensueños

edén del que aún somos dueños

donde cumplimos nuestros antojos.

ÓSCAR EL MAGO DE LA NAVIDAD.


 


 

Esa nevada tarde invernal la pequeña Enora de seis años de edad e hija única esperaba ansiosa la llegada de su amado padre. Sería noche buena, se sentía la niña más feliz del universo. El único regalo que había pedido a Papá Noel era que su padre pasara la navidad con ella y con su madre, pues a pesar de su corta edad sabía que su familia era lo más preciado que ella poseía. En pocas horas abrazaría a su padre nuevamente, pensaba ilusionada. El tiempo le parecía eterno, por más que se asomaba por la ventana no lograba divisar el coche de su querido progenitor, en su pequeño y trigueño rostro ya empezaba a asomar un dejo de tristeza y las lágrimas a punto de brotar de sus dulces y negros ojos por la desesperación, no imaginaba una navidad sin su padre.

La cocina desprendía deliciosos aromas desde temprana hora, su madre Zenda ya tenía el lomo de cerdo en el horno, también había preparado con anterioridad el pastel de frutos secos que tanto le gustaba, así como la crema de espárragos, además de unos deliciosos tamales. Zenda por su parte estaba entusiasmada por la llegada de Calisto quien trabajaba en el Estado de Texas, a dos horas del lugar de donde vivían, hacía casi un mes no lo veían, pero se comunicaban a diario con él.

De pronto sonó el teléfono y Zenda se apuró a responder.

-¿Diga?-

Su semblante cambió de inmediato.

-¿Pero, ¡no puede ser!, porque no me lo habían comunicado antes?

 Fue lo que respondió antes de colgar el aparato, desconsolada se dirigió de nuevo a la cocina pensando de qué manera le daría la noticia a Enora quien feliz esperaba el regreso del padre, aunque Zenda sabía de antemano que no volvería a ver nunca más a su marido.

Israel a esa hora se encontraba internado desde el día anterior en un hospital público debido a un dolor de garganta que persistía desde hacía una semana. Al acudir al doctor, este le había sugerido unos estudios y fue de esa manera que se le diagnosticó covid- 19, consciente de que se trataba de un mortal virus decidió callar, al fin y al cabo, no dejarían acercarse a su amada esposa, por su parte ella había escuchado de casos en donde los infectados con ese malévolo virus ya no eran entregados a sus familiares, 

Por su parte Enora, desesperada al no tener noticias del padre ya que la madre había estado llamando al celular sin obtener respuesta alguna.

Zenda tomó la decisión de callar y no decirle nada a la niña, al día siguiente partiría al Estado de Texas, así por lo menos estaría al pendiente de la salud de su marido.

Por su lado la niña, desesperada de la tan anhelante espera se refugió en la pequeña biblioteca de su padre, aparte de que le gustaba disfrutar de la lectura, era el lugar preferido de él cuando venía de vacaciones.

Afuera las coloridas luces de la ciudad y el bullicio de las gentes que iban y venían haciendo las compras de última hora se dejaba escuchar.  De pronto, algo llamó la atención de la pequeña, en la esquina del librero se encontraba una antigua lámpara color jade, acercó un banco de madera y trepó para poder tomarla. Al bajar con lámpara en mano la colocó en una pequeña y anticuada mesa que decoraba el lugar, acomodó de nuevo el banco y volvió a tomar la lámpara entre sus manos, nunca la había visto antes a pesar de que entraba seguido.

De pronto le pareció escuchar una ronca voz cerca de ella.

--¡No sufras niña, tu padre viene en camino! --

 Se paró de prisa creyendo que era la voz de su padre y poniendo nuevamente la lámpara en la mesa, se asomó por la ventana, tal vez alguien que pasó, pensó.

Abrazada a la antigua lámpara quien le recordaba mucho el cuento de Aladino y la Lámpara Maravillosa, que le gustaba tanto. Desconsolada, abrazada a la lámpara se quedó dormida por algunos minutos hasta que nuevamente escuchó la misma voz enronquecida que la llamaba por su nombre.

 

--Enora, Enora—

Ella se despertó atemorizada pues esa no era la voz de su padre, se enderezó del pequeño diván, tallándose los ojos, buscando al portador de esa afónica voz.

--¿Crees en la magia?

La niña se hizo el cabello a un lado y nuevamente tallándose los ojos aturdida respondió impávida:

--¿Quién eres y porque no te dejas ver?

¡Ah! -- Soy el mago alquimista Óscar, y puedo hacer magia—

La inocente niña se echó a reír, para después preguntarle con gran emoción.

--¿Si te pidiera un deseo tú me lo podrías cumplir? --

--¡Pero, por supuesto, para eso estoy aquí! Respondió el mágico agorero.

--Yo ayudo a los niños buenos como tú— Siguió tratando de convencer a la pequeña.

---Bueno, creeré en ti, te pediré un deseo--- Seducida por las palabras del mago Óscar.

--¡Sí! --, --pero antes tienes que liberarme y debes frotar la lámpara doce veces, entonces yo cumpliré tu deseo--

Ni tarda ni perezosa comenzó a frotar la lámpara siguiendo las instrucciones de Óscar.

De pronto un estruendoso ruido se dejó escuchar en el lugar que la hizo estremecer, a la vez que inundó la biblioteca de una especie de humo.

 

Y un hombre corpulento, muy alto estaba frente a ella, la niña espantada sin poder moverse de miedo, se tapó su carita con las dos manos.

--No temas, eres una niña buena y muy obediente con tus padres, de alma blanca y pura, y solamente a los niños como tú les cumplo deseos--

--Pide lo que quieras que yo te lo cumpliré--, le dijo el mago.

Cerrando sus ojos la niña comenzó a gritar,

¡quiero a mi papá, quiero a mi papa!

Al abrir los ojos, el mago había desaparecido.

 

Salió corriendo de la biblioteca hacia donde se encontraba su madre, gritando eufórica.

¡Mamá, mamá, ya está por llegar mi padre!

Zenda la abrazó fuertemente apesadumbrada, no sabía cómo darle la noticia a la niña.

Faltaban un par de horas para que empezara a sonar la primera campanada anunciando las doce de la noche.

Te has quedado dormida hija, que bello sueño has tenido, pero, ven siéntate junto a mí que quiero contarte algo.

De pronto, escucharon un ruido en la puerta principal, y cuál sería su sorpresa, Calisto estaba frente a ellas, cargando unos regalos, Zenda no podía creer lo que estaba viendo, pero, en el hospital le habían dicho que tenía covid 19.

En tanto la niña no cabía de tanta felicidad y gritaba.

--¡Sabía que no me fallarías papito!--

--¡El mago cumplió lo prometido! --

--¿Mago!--  Preguntó Israel, si, el mago Óscar papá!—

--Cansada de esperarte se quedó dormida en la biblioteca y soñó que un mago te traería a casa esta noche buena—Musitó Zenda.

Ambos se echaron a reír por las ocurrencias de la niña, y abrazados se dirigieron al salón había muchas cosas que aclarar, cosas que Enora no debía escuchar.

--Hija, ¿porque no nos ayudas a bajar los demás paquetes del coche?--, -- en tanto tu madre y yo hablamos un poco—

 Dándole un beso en la mejilla se alejaron de la pequeña quien tarareando y dando de saltos feliz y dichosa no dejaba de cantar.

 

¡A los niños bondadosos

y muy obedientes,

si son atentos y pacientes

¡Óscar los hace dichosos!

 

Esa noche buena fue inolvidable, un milagro del cielo había logrado reunir una vez más a la familia y así juntos pudieron festejar el nacimiento de nuestro amado redentor.


 

Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata.

Derechos reservados.

Imagen tomada de Google.

 

DE AMOR VESTIDA.

  Ha vagado entre luces del olvido manojos de quimeras de algún sueño que ya escondidas bajo adusto ceño de insidia lisonjera fue ...