martes, 28 de junio de 2022

EL VERDADERO AMOR


 





Qué grande es tu misericordia mi Dios, y yo, que por sentirme superior te di la espalda,

sin darme cuenta que solo era como un granito de mostaza, pero tú, de la yema de mis dedos

me llevabas, mientras yo subía a la cima más alta del universo creyendo que podía conquistar la gloria.

Navegué entre nubes afirmando que me encontraba en tu edénico jardín, tomé la estrella más

resplandeciente del sagrado firmamento y la adoré creyendo que era mía, su dueña me sentí

depositándola en una arqueta de cristal, pero ella dejó de titilar, tan grande fue mi amor por ella

que me volví egocentrista y celosa de mi estrella favorita.

Una noche que me acerqué a contemplarla vi que moría lentamente de tristeza alejada de su cielo, no conseguí hacerla feliz a pesar de amarla

tanto, y consagrarle mi vida entera. Sosteniéndola entre mis manos con delicadeza la deposité

nuevamente sobre tu inmenso manto celeste. Y caí en una depresión terrible separada de mi

estrella. No sé cuántas lunas pasaron, perdí la noción del tiempo, olvidándome de todo olvidé que

la vida es pasajera.

Sentí morir porque el desprenderme de ella fue mortal, al cerrar mis ojos para no contemplar la

despedida sentí tu gran poder sobre mi cuerpo y me volviste a rescatar,

pagando un alto precio por mi vida me devolviste la cordura.

Comprendí que nada es de nadie en este mundo, que tú eres el timón de mi destino Padre, como

 también comprendí que “el amor no es egoísta, ni jactancioso, nunca se ofende. ni es resentido”, que cuando se ama en verdad, se espera, se perdona y soporta todo lo que venga. Que si amamos

con el alma a quién no nos ama por igual lo mejor será dejarle partir, también he comprendido al

fin que a tu lado mi Dios, se encuentra el verdadero y gran amor.

 

Autoría: Ma Gloria Carreón Zapata.

 

 

DE AMOR VESTIDA.

  Ha vagado entre luces del olvido manojos de quimeras de algún sueño que ya escondidas bajo adusto ceño de insidia lisonjera fue ...