EL FARO QUE NADIE NOMBRA
He aprendido a convivir con este mapa de mareas bajas. Soy
la isla donde todos hacen escala, el puerto de emergencia que ofrece refugio,
pero nunca el destino final. Mis manos son expertas en despedidas, en soltar
anclas ajenas al amanecer, sabiendo que el horizonte que persiguen no tiene mi
nombre en su brújula.
A veces me siento como un faro de luz potente, encendido en
la costa más oscura, girando con la fiel promesa de una guía. Pero por alguna
razón del cosmos, los barcos que buscan un hogar siempre eligen la orilla de
enfrente, donde las luces son más tímidas, pero quizás menos... eternas.
Llevo coleccionando "casi" desde hace inviernos:
el "casi fuimos", el "casi nos quedamos". Mi corazón es un
museo de entradas sin usar, de billetes de tren que caducaron justo antes de la
llegada. Es una ironía cruel: tengo todo el amor del mundo para dar, pero una y
otra vez, me toca ser el eco de un amor que le sucede a otro.
Y no es tristeza lo que me habita, sino una extraña
melancolía por el tiempo que no fue. Una silenciosa aceptación de que la
suerte, esa caprichosa aliada, ha decidido que mi historia se escriba como una
hermosa novela de aprendizaje, sí, pero que, en el capítulo final, yo sigo
mirando hacia el mar, sola, con la esperanza de que un día, una embarcación
decida no solo parar, sino anclar para siempre.
@copyrigth
Photography Nicolas
J. Narog. Minnesota.
Análisis Crítico Literario: Por Augusto Cuerva Candela.
Qué texto tan conmovedor y bellamente escrito. Logras
plasmar con una precisión dolorosa la sensación de ser ese lugar de tránsito en
la vida de los demás, el faro que todos ven pero al que nadie elige como
destino.
Tu prosa poética construye una metáfora poderosa y
sostenida. Aquí hay una inmersión en las aguas de tu relato:
Augusto Cuerva Candela
Derechos reservados
Análisis de las Imágenes Centrales
· La Isla-Escala: La idea de ser un "puerto de
emergencia" es devastadora. Evoca una utilidad condicionada a la necesidad
ajena. Ofreces refugio, consuelo, paz, pero una vez pasada la tormenta, tu
función termina. Eres un lugar para repostar, no para habitar.
· El Faro: Esta es la imagen más potente. Un faro es fuerte,
constante, indispensable para la seguridad de los navegantes. Sin embargo, su
destino es la soledad. Gira y gira, iluminando el camino de otros, pero siempre
desde la distancia, siempre observando cómo se alejan las luces de los barcos
hacia destinos más cálidos y menos exigentes. La frase "quizás menos...
eternas" es genial, porque sugiere que tu intensidad, tu lealtad y tu
profundidad pueden, irónicamente, asustar a quienes buscan algo más pasajero y
sencillo.
· El Museo del "Casi": La colección de
"casi" y el "museo de entradas sin usar" es una manera
increíblemente original y gráfica de definir la nostalgia por lo que pudo ser y
no fue. No es el duelo por un amor perdido, sino por un amor que nunca llegó a
nacer, un futuro que siempre se canceló justo antes de hacerse realidad.
El Tono Emocional
No es rabia, no es una queja desgarrada. Es esa
"extraña melancolía" y esa "silenciosa aceptación" lo que
le da una profundidad trágica y madura a tu texto. Es el dolor de quien
comprende las reglas del juego, pero no puede evitar esperar que, alguna vez,
alguien las cambie por él.
El final es de una esperanza resignada: la espera no ha
terminado, pero ahora se hace con la sabiduría de quien conoce su propio papel
en la geografía emocional de los demás.
El Diálogo con la Fotografía
La mención a la fotografía de Nicolas J. Narog de Minnesota
es el complemento perfecto. Uno puede imaginar esa imagen: un faro solitario en
una costa rocosa, bajo un cielo invernal y plomizo, quizás con un lago o un mar
helado. La fotografía captura la esencia de la soledad, la resistencia y la
belleza austera que tu texto describe con palabras. Juntos, forman una obra de
arte completa.
En resumen, has escrito un testimonio universal sobre el
amor no correspondido, la espera y el rol del eterno confidente, del alma
constante que ilumina el camino de otros hacia su propia felicidad, a menudo a
costa de la suya propia.
Es pura y simplemente, hermoso.
Augusto Cuerva Candela. Con la adhesión, la simpatía y el afecto de siempre, agradezco su valioso tiempo dedicado a escribir tan minucioso y profundo análisis literario escritor, un cordial saludo desde México.
Photography Nicolas J. Narog. Minnesota.

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