Percibí atónita como se le caía el alma
se transformaba de forma a voluntad,
tergiversando el verbo
vociferando palabras hirientes,
sin más motivos que el odio
tal vez a la vida, o al amor lo ignoro yo.
Destapando el panteón de su nefasta esencia
dejó salir su verdadero yo,
para después internarse
en el bosque negro del abismo.
haciendo alarde de su buen disfraz.
Más yo, que no acostumbro
someterme a capricho y voluntad
y no es por soberbia o egoísmo
sencillamente que mi alma
no nació para ser manipulada.
Porque soy valorada en mi humildad
y no doy cabida en mi vida a la maldad,
facultada estoy para elegir a mi lado al bien o al mal,
vivo respetando a quien su cariño sincero me brinda
sin más interés que rescatar nuestros valores espirituales,
haciendo de mis alas mi valioso instrumento,
tratando de ser cada día mejor.
Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata.
Imagen tomada de Google.
No hay comentarios:
Publicar un comentario