Un día también amé y fui amada
conocí la felicidad a su lado;
mi sonrisa iluminó su corazón
como dos locos desquiciados
nos amábamos y soñamos
con amarnos más allá de la eternidad,
fui como pétalo frágil en sus manos
un día.
Yo cómo tú también
entregué mi corazón.
llegué igual que tú
a rozar el cielo
con la yema de mis dedos,
dancé sublimes melodías
sobre nubes de algodón,
"Venecia sin ti, Nuestro
Amor será un Himno",
en los brazos de mi gran amor.
Un día también nos iluminó
el lucero de la noche
así mismo canté de amores, como tú,
él, fue el muso de mis poesías
yo su musa y poeta de la red,
fuimos los dos poetas
que antaño le cantaron al amor
y en un gran juramento
sellamos nuestra gran pasión.
De aquél cariño testigos
son nuestros poemas
el amor se marchó
dejando vacía el alma mía,
sólo unos versos y un adiós nos dejó,
más luego comprendí que así es el amor.
Todo tiene en la vida
un principio y un final,
y el nuestro culminó,
dejando una herida en el alma
y hoy sólo me queda recordar
aquél gran amor
que un día me supo amar
más nunca me arrepentí
de amarle a él,
y si volviera a nacer,
nuevamente mi vida le entregaría.
Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata.
Imagen tomada de la red.
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