Acíbar amargo es el olvido,
un trago que quema la garganta,
un vacío que se
expande en el pecho.
El sabor de la ausencia, persistente y lacerante,
un recuerdo que se resiste a desaparecer.
La memoria, un campo
de batalla
donde la nostalgia
lucha contra la resignación,
un espacio donde el dolor
se entrelaza con la esperanza.
Acíbar amargo es el
olvido,
una herida que sangra en silencio,
un susurro que
perdura en la soledad.
Autora : Ma. Gloria Carreón Zapata.
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