Me pierdo en el crepúsculo de la noche estrellada
siento la calidez del tiempo que toca mi rostro,
mientras sigo avante eludiendo mis temores
franqueando la línea que divide alucinación y realidad.
Veo los arboles mecerse en su bambaleo y pienso
¿en qué momento mi vida amanece?
es mi alma una hoja que el remolino en su balanceo arrastra a su antojo,
pero yo, aferrada a su rama sigo adelante sin mirar atrás
con el tintero y una hoja de papel en mi mano
y en penumbras mi vida adolece.
Le he preguntado al cielo ¿ porqué
el llanto del niño nunca cesa?,
¿porqué la noche es más oscura cuando el alma está vacía?,
¿por que cuando es otoño me embarga la melancolía?
pero no escucho solo siento que la vida me acaricia.
Como la mano de la madre que da consuelo a su hijito triste,
¿de que serán las alas de paloma,
de que será su corazón que nunca siente mi melancolía,
es que acaso la luna es de agua
que en ocasiones llora junto conmigo,
o es que él tiene corazón de marfil
que no siente mi corazón latir?.
Preguntas sin respuestas
que el viento evapora
mientras yo,
sigo sola entre la linea divisoria
del sueño y una fría realidad
es entonces que comprendo el porqué
Dios me puso corazón de poeta
Autoría: Ma Gloria Carreón Zapata
Lunes, 10 de octubre de 2011, 0:09
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