martes, 21 de julio de 2020

NUESTRO LUCIDO VERANO.






El silencio de la densa bruma 

trae a mi mente el bello recuerdo 

de aquel atardecer silencioso lerdo 

y hoy al pensamiento perfuma. 



El viento despeinaba mi melena 

bailoteando de alegría se encontraba 

el sombrero de la luna se colgaba 

sus sueños navegaban en carena. 



Y en la arena su huella yo seguía 

presurosas las olas me atrapaban 

de brisa mi pálido rostro bañaban 

entonces me estrechó la melancolía. 



Aludiendo mis paseos de su mano 

perdida en su amorosa y tierna mirada 

sintiéndome por él dulcemente amada 

la víspera de nuestro lucido verano. 



Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata.
Imagen tomada de Google.

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