Imaginada entre la muchedumbre
mujer que tanto amé,
diluvio de recuerdos
cruzan como atraviesan
las mallas por mi mente
una a una bella alusión.
Han pasado tantos años
y yo aquí desenredando el tiempo
diviso a lo lejos una figura
pero es el viento
despeinando las espigas una a una.
Ya mis extremidades
no responden, mis ojos
interpelando al tiempo
indagan, ¿que ha sido de ti?
veo de pronto la fotògrafìa
que me regalaste un día
parece que tus ojos cobraran vida,
pero solo es utopía.
El destino nos separó
para siempre un día,
aquel orgullo tonto
no me dejó darme cuenta,
cuanto te amaba, tal ves fue
nuestra falta de madurez.
Ahora crucificado al tiempo
llorando mi desventura
en esta noche que no es noche
y duermen empijamadas las estrellas
me entrego para siempre
al más grande amor de juventud.
Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata
Imagen tomada de la red.
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