viernes, 23 de mayo de 2014

A JULIO CORTÁZAR



En ese buque de carga 
a donde llevaste tus sueños,
cuando intentaste alcanzar el cielo,
saltando con un solo pié, 
más volaste como golondrina 
al país del fuego.

 Fue entonces que de nuevo,
abriste aquel paraguas viejo, 
el que sacrificaron en un barranco
del Parc Montsouris, un atardecer helado 
del  mes marzo.

Cuando tú, pensabas en pájaros pintos.
la noche del chaparrón en que el paraguas 
se abrió en tu mano,
y se armó una catástrofe 
de relámpagos fríos y nubes negras,

Y de sus dedos salieron lanzas  
que se doblaron contra tu rostro;
en una lucha feroz contra ese gran tren de humo,
que cada segundo se hacia interminable, 
y en el, los sueños te derrumbaron 
y te alzaste del lecho en que soñabas,
pasando tus dedos adormecidos por su piel 
dibujándola en el espacio.

En lo que tú, tomabas una florecita entre tus dedos 
imaginando que le tenías por un momento, 
mientras bebías unas botellas de Beaujolais;
 para empezar a descender a lo profundo 
y ver danzar un oso luna en la oscuridad de la penumbra, 
y el frío arropó tu alma lloviendo sobre tu taza de café, 
y lloraste pensando en ella
como un loco cobijando su paloma en su mano 
presintiéndola a la distancia.
Esa noche buscaste su boca en otra boca.


Autora: Ma Gloria Carreón Zapata.
Prosa poética inspirada en sus propias obras literarias.


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