Fresco verdor del inmenso paraíso
¡qué gozada!, ir a Cancún Playa del Carmen
fue tal vez porque la vida o Dios, lo quiso
eso hace que nuestros sueños se desarmen.
Te olvidas un poco de la gran ciudad
disfrutando cosas que valen la pena
sientes en el alma gran serenidad
recostada sobre la salada arena.
No existe, no, el estresante minutero
sólo el argentado que nos brinda brillo
mugido sordo del gaviotín playero
que se lleva estrés angustia en su vuelillo.
Disfrutar de la madre naturaleza
es extraer de la sabia su pureza.
Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata.
Fotografía de mi propiedad
Playa del Carmen.
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