lunes, 23 de mayo de 2022

SUEÑOS FUSIONADOS

 




Buscando entre mis sueños

encontré uno agradable

éramos tú y yo dueños

de nuestro amor inimitable.

 

Autor: Juan Vicente Rodríguez.

(Poema: Tú y Yo)

 

 


 

Anhelando un gran amor

apareciste tú, fiel compañero

la dicha se manifestó.

“Buscando entre mis sueños”.

 

En la fresca primavera

soñaba, fantaseaba

hasta que por fin un día,

“encontré uno agradable”.

 

En el edén de la vida

florecieron perfumadas rosas

de las cuales

“éramos tú y yo dueños”.

 

Propietarios de un sentimiento

que acaricia nuestras almas por dentro,

dueña de tu amor, tú del mío

“de nuestro amor inimitable”.

 

Rememoro aquel otoño

en que juntos de la mano

vimos danzar la estación.

“Pasamos lindos instantes hogareños”.

 

Así, cubiertos de mimos y caricias

nos arropó con amoroso frenesí

el sentimiento sacro,

“en una apasionante locura adorable”.

 

Esa noche de placer,

se fusionaron almas y cuerpos

brotaron vehementes sentimientos,

“nuestra pasión fue dos regalos navideños”.

 

Así nos encontró el crudo invierno

quien dichoso nos brindó

su puro y níveo paisaje,

“en un tiempo frío, dulce y entrañable”.

 

Conocimos personas muy buenas

sus tradiciones y costumbres

las hicimos parte de nuestro mundo.

“Ahora degustamos con lugareños”.

 

La gastronomía mexicana

Así como la española

paella, tapas y tortillas,

“la comida picosa e intratable”.

 

Hoy alardeamos nuestras hazañas

narradas a la vieja usanza

poniendo el tiempo en la balanza

“contándoles a ustedes nuestros empeños”.

 

Unieron se dos culturas

dos corazones, dos almas

con el lazo del bendito amor,

“de la pasión diaria inagotable”.

 

Que como fuente cristalina

bebida satisfactoriamente a borbollones,

así bebimos dichosos

“de la pasión diaria inagotable”.

 

Somos dos almas que sueños

convertimos en realidades

 dos simples y enamorados mortales.

“Somos felices norteños”.

 

Dos poetas que al amor

brindan versos de a montón

románticos soñadores

“de gran espíritu amigable”.

 

Proclamamos la paz mundial,

rendimos voto a la amistad

luchando por un mundo mejor,

“no renunciamos a ser risueños”.

 

De emblema llevamos la bandera

de la paloma blanca mensajera

 de nuestro dulce sentir el latir,

“en este bello amor ¡inmejorable!”.

 

Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata.

 

 

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