Buscando entre mis sueños
encontré uno agradable
éramos tú y yo dueños
de nuestro amor inimitable.
Autor: Juan Vicente Rodríguez.
(Poema: Tú y Yo)
Anhelando un gran amor
apareciste tú, fiel compañero
la dicha se manifestó.
“Buscando entre mis sueños”.
En la fresca primavera
soñaba, fantaseaba
hasta que por fin un día,
“encontré uno agradable”.
En el edén de la vida
florecieron perfumadas rosas
de las cuales
“éramos tú y yo dueños”.
Propietarios de un sentimiento
que acaricia nuestras almas por dentro,
dueña de tu amor, tú del mío
“de nuestro amor inimitable”.
Rememoro aquel otoño
en que juntos de la mano
vimos danzar la estación.
“Pasamos lindos instantes hogareños”.
Así, cubiertos de mimos y caricias
nos arropó con amoroso frenesí
el sentimiento sacro,
“en una apasionante locura adorable”.
Esa noche de placer,
se fusionaron almas y cuerpos
brotaron vehementes sentimientos,
“nuestra pasión fue dos regalos navideños”.
Así nos encontró el crudo invierno
quien dichoso nos brindó
su puro y níveo paisaje,
“en un tiempo frío, dulce y entrañable”.
Conocimos personas muy buenas
sus tradiciones y costumbres
las hicimos parte de nuestro mundo.
“Ahora degustamos con lugareños”.
La gastronomía mexicana
Así como la española
paella, tapas y tortillas,
“la comida picosa e intratable”.
Hoy alardeamos nuestras hazañas
narradas a la vieja usanza
poniendo el tiempo en la balanza
“contándoles a ustedes nuestros empeños”.
Unieron se dos culturas
dos corazones, dos almas
con el lazo del bendito amor,
“de la pasión diaria inagotable”.
Que como fuente cristalina
bebida satisfactoriamente a borbollones,
así bebimos dichosos
“de la pasión diaria inagotable”.
Somos dos almas que sueños
convertimos en realidades
dos simples y
enamorados mortales.
“Somos felices norteños”.
Dos poetas que al amor
brindan versos de a montón
románticos soñadores
“de gran espíritu amigable”.
Proclamamos la paz mundial,
rendimos voto a la amistad
luchando por un mundo mejor,
“no renunciamos a ser risueños”.
De emblema llevamos la bandera
de la paloma blanca mensajera
de nuestro dulce
sentir el latir,
“en este bello amor ¡inmejorable!”.
Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata.
No hay comentarios:
Publicar un comentario