Tu voz es melodía deliciosa
¡cuánto arde el deseo por escucharte!
en constante delirio disfrutarte
bajo noche estrellada silenciosa.
Me murmures dulcemente al oído
palabras que en la vida no he escuchado
mientras trina a lo lejos el alado
y se muestre de envidia distraído.
Al escuchar que siempre me has amado
y que yo por amarte me he perdido
de caricias y mimos un puñado.
Extraviada en un cuento sin sentido
bebiendo de falacias un bocado
y tú pasabas desapercibido.
Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata.
Ilustración tomada de la red.
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