(Décimas endecasílabas)
Ese sentir divino de tu anhelo
me hace pensar que ya te pertenezco
y sé que tu exquisito amor merezco
es para mi gran regalo del cielo.
Y eso me brinda el mágico consuelo
de quererte mi bien desde aquel día
que fuiste despertar en mi agonía
eres tú en mi vida la esperanza.
Y te amo mi bien, a la vieja usanza
eres a mi ser dulce sinfonía.
Eres a mi ser dulce sinfonía
como ese sutil canto de las aves
igual a notas musicales suaves
tal metáfora de una poesía.
Que en versos acaricia el alma mía
y te quiero, sé que te quiero amor
al sentir de tus labios el dulzor
de ilusión el alma logras vestir.
Porque nuevamente vuelvo a sentir
que estoy viva mi adorado señor.
Por Ma. Gloria Carreón Zapata.
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