Ese dulce sentir que me acaricia
en las noches en que la media Luna
asoma generosa e inoportuna
brindándonos de su luz la delicia.
Y el rezo del amor al alba inicia
cuando entonando el canto están las
aves
obsequiando de la dicha las llaves
y coronando este sentir muy tuyo.
Al fiel amor ahora retribuyo
así también a sus caricias suaves.
Así también a sus caricias suaves
que nutren de energía a mi capullo
despiertan anhelos que en un barullo
navegaron en solitarias naves.
Se acoplaron a sus canticos graves
ávidos de sus placenteros besos
que en verano libaron los excesos
de la entrega que cultivó este amor
Y sin medida, iluminó el fulgor
de sueños que en nuestro amén van
impresos.
Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata.
Imagen tomada de Google.
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