martes, 22 de abril de 2025

DOS MUNDOS UN AMOR.

 



 

 

El sol bañaba con sus rayos las extensas playas de Valencia cuando él la vio.  Él, Enrique Javier, un apuesto madrileño radicado en valencia, delgado, alto de estatura, mirada clara y transparente y encantadora sonrisa. Estaba absorto en la lectura de un libro antiguo cuando una ráfaga de viento, cargada con el aroma a sal y a flores exóticas, le trajo a ella.  Ella, Isabella, una mexicana radiante, con el pelo color castaño, y una risa que sonaba a cascabeles, se reía a carcajadas con un grupo de amigos.

Enrique Javier, tímido al principio, se sintió atraído por su energía desbordante.  Su acento mexicano, musical y cálido, le resultaba fascinante.  Se acercó tímidamente, y aunque apenas compartían idioma, la conexión fue inmediata.  Él, con su español pausado y elegante, y ella, con su español rápido y norteño lleno de expresiones coloquiales, se encontraron en un punto medio, en un lenguaje universal de miradas y sonrisas.

Los días siguientes fueron un torbellino de paseos por las calles empedradas de Valencia, de cenas a la luz de las velas con paella y margaritas, de tardes en la playa compartiendo historias y sueños. Enrique Javier le enseñó las tradiciones valencianas, la belleza de la huerta, el sabor de la horchata. Isabella, a su vez, le abrió las puertas a la riqueza cultural de México, a sus canciones rancheras, a sus vibrantes colores y a la pasión de su gente.

Las diferencias culturales, lejos de ser un obstáculo, se convirtieron en un puente.  Él aprendió a apreciar la calidez y la espontaneidad de su carácter, ella, la serenidad y la paciencia de él.  Aprendieron el uno del otro, enriqueciendo sus vidas con nuevas perspectivas y experiencias.

Un día, bajo el cielo estrellado de Valencia, Enrique Javier le declaró su amor.  Isabella, con lágrimas en los ojos y una sonrisa radiante, respondió con un sí rotundo.  Su amor, una mezcla de culturas y tradiciones, florecía con la fuerza de un sol de verano.  Su historia, una prueba de que el amor puede superar cualquier barrera, cualquier distancia, cualquier diferencia.  Una historia de un valenciano y una mexicana, dos almas que se encontraron en la orilla del mar y navegaron juntas hacia un futuro lleno de amor y felicidad.



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