No me canso de agradecer Señor
por tanta maravilla inmerecida
me encontraba perdida, confundida
llegaste a rescatarme del dolor.
Me abrazaste con tu infinito amor
me iluminaste con sabiduría
ahora eres mi sustento y mi guía
mi amigo fiel, y mi Rey Soberano.
Hoy contigo camino de la mano
mi consejero en tiempo de vigía.
Mi consejero en tiempo de vigía
eres mi amigo, mi gran compañero
eres mi esperanza en días postreros
me brinda la ilusión al despertar.
La fuerza para nuevamente empezar
otro nuevo día con alborozo
su nombre feliz, satisfecha esbozo
agradecida, por sus maravillas.
Hizo renacer en mi la semilla
que alimenta mi espíritu con gozo.
Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata.
© (Copyright)
Imagen tomada de Google.
No hay comentarios:
Publicar un comentario