Aquel camino florido
que anduvimos de la mano
un verano muy temprano
iba de anhelos vestido.
Y atrás se quedó dormido
hoy en rivera del lago
con el corazón naufrago
navego día y noche.
Libando aguas a derroche
Bebo los sueños de un trago.
Bebo los sueños de un trago
amargos y en desconsuelo
de amores canto al riachuelo
él me brindó un halago.
Y en décimas lo propago
con la sonrisa teñida
y la esperanza luida
sigo la vida descalza.
Sobre la ilusión que se alza
voy por el torrente guiada.
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