¿Interrogas si te amo vida mía?
respondo presurosa a tu pregunta
y ese latir del corazón se junta
cuando morí al saber que te perdía.
Fue muy grande el valor de mi osadía
cuando al partir nunca reflexioné
que te amaba, siquiera sospeché
y derribé nuestros sueños construidos.
Fui a buscar de la vida nuevos bríos
solo espinas y cardos enhebré.
Solo espinas y cardos enhebré
en absoluta y triste soledad
creí encontrar plena
felicidad
y en secreto mis dudas destrabé.
Tu apelativo en mi boca enjaulé
en mi memoria como aves aleteaban
sueños de gloria en el azur se alzaban
y te nombraba el mismo firmamento
¡Necia, ingenua!, deambulé sin aliento.
hoy resucito a edificar mi historia.
Hoy resucito a edificar mi historia
soy mujer que ha vivido las torturas
del apego y volcánicas rupturas
cuando ha cantado en mi vida la euforia.
Conozco también del mundo la escoria
y sigo avante como fiel guerrera
que, con fe, toda derrota supera
cobijada con tu sincero amor
mi querido y honorable señor
¡Te amo!, segura voy tu vera.
Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata.
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