El sol bañaba con sus rayos las extensas playas de Valencia cuando él la vio. Él, Enrique Javier, un apuesto madrileño radicado en valencia, delgado, alto de estatura, mirada clara y transparente y encantadora sonrisa. Estaba absorto en la lectura de un libro antiguo cuando una ráfaga de viento, cargada con el aroma a sal y a flores exóticas, le trajo a ella. Ella, Isabella, una mexicana radiante, con el pelo color castaño, y una risa que sonaba a cascabeles, se reía a carcajadas con un grupo de amigos.
Enrique Javier, tímido al principio, se sintió atraído por su energía desbordante. Su acento mexicano, musical y cálido, le resultaba fascinante. Se acercó tímidamente, y aunque apenas compartían idioma, la conexión fue inmediata. Él, con su español pausado y elegante, y ella, con su español rápido y norteño lleno de expresiones coloquiales, se encontraron en un punto medio, en un lenguaje universal de miradas y sonrisas.
Los días siguientes fueron un torbellino de paseos por las calles empedradas de Valencia, de cenas a la luz de las velas con paella y margaritas, de tardes en la playa compartiendo historias y sueños. Enrique Javier le enseñó las tradiciones valencianas, la belleza de la huerta, el sabor de la horchata. Isabella, a su vez, le abrió las puertas a la riqueza cultural de México, a sus canciones rancheras, a sus vibrantes colores y a la pasión de su gente.
Las diferencias culturales, lejos de ser un obstáculo, se convirtieron en un puente. Él aprendió a apreciar la calidez y la espontaneidad de su carácter, ella, la serenidad y la paciencia de él. Aprendieron el uno del otro, enriqueciendo sus vidas con nuevas perspectivas y experiencias.
Un día, bajo
el cielo estrellado de Valencia, Enrique Javier le declaró su amor. Isabella, con lágrimas en los ojos y una
sonrisa radiante, respondió con un sí rotundo.
Su amor, una mezcla de culturas y tradiciones, florecía con la fuerza de
un sol de verano. Su historia, una
prueba de que el amor puede superar cualquier barrera, cualquier distancia, cualquier
diferencia. Una historia de un
valenciano y una mexicana, dos almas que se encontraron en la orilla del mar y
navegaron juntas hacia un futuro lleno de amor y felicidad.
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