Cae el rocío sobre el ocre seco
ofrece a la vida su dulce esencia
el impetuoso viento la silencia
solo deja escuchar su
sordo eco.
Que se asemeja a un torrente reseco
que meció un día mi fantasía
acogidos por el sol de la bahía
en flujos de caudalosos torrentes.
Que preñados de sol beben sus fuentes
sueños de luz, que en el pecho ardían.
Sueños de luz, besos, otros diseños
que se beben ansiosos la alborada
apisonan los sueños de mi almohada
¿acaso besos sureños, porteños?
¿Usurpan hoy los ósculos norteños?
Entregan al astro sus ocultos mimos
mismos que un día a placer bebimos
resabios dejó en mi bendito amén.
Cuando arrullados en el mismo edén
al abismo de frenesí caímos.
Autora: Ma Gloria Carreón Zapata.
Imagen tomada de Google.
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