miércoles, 27 de julio de 2022

QUILATEMOS LO QUE TENEMOS.

 




Todo marchaba viento en popa, Adelfa y Ernesto se amaban tanto que comparaban su amor con el de Romeo y Julieta, no se detuvieron a pensar en los obstáculos del camino.

Él sintiéndose amado inflado de ego por el amor que Adelfa le profesaba comenzó a ignorarla, seguro de su amor decidió probar nuevas experiencias dándole la espalda a quien tanto lo amaba.

Y como no se puede tapar el sol con un dedo, ella al descubrir su deslealtad sintió caer a un profundo abismo y en contra de su voluntad   se ató la dignidad al cuello y dijo adiós decepcionada.  Lo amaba tanto que solo anhelaba su felicidad.

Ernesto confundido después de vivir otras experiencias reflexionó, tarde se dio cuenta que había perdido al amor de su vida por perseguir un espejismo.  

Como nada es para siempre en esta vida, al pasar el tiempo arrepentido, después de tanto buscarla la encontró felizmente casada.

Más el perdón no le bastó para recuperarla, ella en su nobleza lo eximió de culpas entregándole el ramillete del olvido.

Cabizbajo y taciturno deshojando la tristeza siguió su camino vagando por la senda del extravío.

Con las manos vacías y el corazón hecho trizas al fin había comprendido su gran error.


 

Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata.

Imagen tomada de Google.


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