Amor, ¡qué valioso tesoro!, es vital
más que el oro apreciado, codiciado
no todo mortal se siente afortunado
sin él es nada, simple desecado vegetal.
Sin apego, la paz del mundo no sería
ni las flores sus brotes nos darían
ni colores hermosos lucirían,
sin afecto, la esperanza expiraría.
Sin ternura, el cielo vacuo fuera
la greda no brindara su tesoro
ni el ave su dulce canto canoro
ni el mortal de ilusión se nutriera.
Sin afecto, vivir no vale la pena
para qué, fiera invisible eterna
deambula sin que nada le concierna
soslayando vive del mundo la escena.
Eso fuera el humano, eso fuera
Para él no hubiera dicha plena.
Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata.
Imagen de web.
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