(Octava Real)
Mi amado enamorado mi eterno compañero
el brillo ígneo de mis venturosos días
quien guía cada día mi oscuro sendero
seré para ti dicha eterna en quien confías
placer por el cual cada día vivo muero,
quién diría qué el dueño de este amor serías,
soy cuando el sueño en tu recio torso dormita
muero añorante de ti y la ausencia grita.
Esencia suave de una dulce melodía
declamada pone al corazón en acción
y alegra mis serenas noches de vigía,
eres de mi humano intelecto dilección
causante de esta mi poética manía,
desmesurada solemne mi bendición
dicha exquisita que brinda placer y calma
y habita eternamente en mi aleluya da alma.
Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata.
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