La media luna se bebe el recuerdo
de un amor que antaño fue su lucero
bólido fullero casco ligero
ahora ella muerde el recuerdo lerdo.
Que guardó en la enagua del lado izquierdo,
refugiada en el astro de la tarde
contempla el crepúsculo haciendo alarde
de haber sido fiel a su juramento.
Promesa que se esfumó con el viento
cuando el desleal huyó como un cobarde.
El verbo negó sin aclaración
perdiéndose en la tenebrosa noche
rehusando de la sonata reproche
tejiendo mal la evidente ecuación.
Apuñaló la divina ilusión
de la luna que lo amó con delirio
gratificándole con negro cirio
que ahogó de un soplido el argentado.
Quien de su destello
está ilusionado
y en ánimo transformó su martirio.
Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata.
Fotografía tomada en Reynosa Tamps.
Por Emiliano Mayorga C.
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