Sobre ésa tierna mirada
descansan marrones ojos
mi triste alma enamorada.
al verlos cayó de hinojos.
Desde ésa tarde nublada
me fue imposible olvidarlos
la voluntad va preñada
inútil fue no mirarlos.
Son como dos manantiales
de donde mana la dicha
cura de todos mis males
suerte que un día fue predicha.
Por una linda gitana
que me siguió aquella tarde
prediciendo muy ufana
y en una trova hago alarde.
Autora: Ma Gloria Carreón Zapata.
Trova registrada.
Imagen tomada de Google.
Sean Connery.
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